En nuestra pequeña empresa, abordamos el problema de la oxidación de barandillas de piscina de dos maneras fundamentales:
la restauración de barandillas ya afectadas y la implementación de medidas preventivas para alargar su vida útil una vez reparadas.
Las barandillas de piscinas, esenciales para la seguridad y la estética, a menudo sufren de oxidación prematura, generando frustración en los propietarios. Entender las causas y aplicar soluciones efectivas es crucial para prolongar su vida útil y mantener la piscina en óptimas condiciones.
Es el ambiente agresivo al que están expuestas, simple. ¡Pero hay solución! a continuación verás las causas y luego la solución que implementamos nosotros..
El cloro y otros químicos utilizados para desinfectar el agua pueden reaccionar con los metales de las barandillas, especialmente si no son de la calidad adecuada o si las concentraciones son demasiado altas.
Las piscinas con sistemas de cloración salina presentan un mayor riesgo, ya que la salinidad del agua incrementa la conductividad y acelera la corrosión en ciertos tipos de acero inoxidable.
La exposición continua al agua y a la humedad crea un entorno propicio para la oxidación, especialmente en áreas con poca ventilación.
El uso de aceros inoxidables de baja calidad o inadecuados para ambientes de piscina (como el AISI 304 en lugar del AISI 316 para piscinas con cloración salina) aumenta significativamente el riesgo de oxidación.
Arañazos o golpes en la superficie de la barandilla pueden dañar la capa pasiva protectora del acero inoxidable, exponiendo el metal subyacente a la corrosión.
La interacción con otros metales menos nobles puede generar corrosión galvánica, donde un metal se corroe más rápido al estar en contacto eléctrico con otro diferente en un electrolito (el agua de la piscina).
Restauración, reemplazo de piezas y Protección Proactiva a través de materiales de sacrificios..
Restauración de Barandillas Oxidadas:
Inspeccionamos la barandilla para determinar el grado de oxidación y limpiamos la superficie para eliminar la suciedad, el óxido superficial y cualquier residuo. Esto puede implicar el uso de cepillos, lijas finas o productos específicos para la eliminación de óxido. dando como resultado el verdadero estado de corrosión del material, siendo este moderado o grave, en este caso debemos cortar y reemplazar la pieza si es posible.
Aplicamos tratamientos específicos para neutralizar y eliminar el óxido más profundo. Dependiendo del material y la severidad, esto puede incluir el uso de convertidores de óxido o decapantes suaves. no realizamos trabajos de pintura.
En caso de daños estructurales o picaduras profundas, realizamos las reparaciones necesarias utilizando piezas nuevas del metal o la pieza a reemplazar..
Una vez que la superficie está limpia y reparada, aplicamos recubrimientos protectores de alta calidad, como pinturas especiales para exteriores resistentes a la humedad y a los productos químicos de la piscina. En algunos casos, podemos recomendar tratamientos de pasivado para el acero inoxidable.
Implementación inmediata para prevenir la oxidación futura una vez reparada la estructura, una de las estrategias más efectivas que implementamos es el uso de ánodos de sacrificio.
Son piezas de un metal más electronegativo (más propenso a corroerse) que el metal de la barandilla (normalmente acero inoxidable). Se conectan eléctricamente a la barandilla y, al estar en el agua de la piscina, la corrosión se concentra en el ánodo en lugar de en la barandilla.
Se basan en el principio de la protección catódica. El ánodo de sacrificio actúa como el "ánodo" en una celda galvánica, corroyéndose y liberando iones al agua, mientras que la barandilla se convierte en el "cátodo" y queda protegida.
El zinc es uno de los materiales más utilizados para los ánodos de sacrificio en entornos de piscina debido a su efectividad en la protección del acero inoxidable en presencia de cloruros.
Los ánodos de sacrificio se instalan de forma discreta, generalmente atornillados a la parte sumergida de la barandilla, asegurando un buen contacto eléctrico.
Es importante inspeccionar periódicamente los ánodos de sacrificio y reemplazarlos cuando se hayan corroído significativamente para asegurar una protección continua.
La oxidación prematura de las barandillas de piscina es un problema evitable y solucionable.
Entendiendo las causas y aplicando tanto técnicas de restauración adecuadas como medidas preventivas innovadoras como los ánodos de sacrificio, podemos ayudar a nuestros clientes a mantener sus barandillas en perfecto estado durante mucho más tiempo, garantizando la seguridad y la estética de su piscina. Contáctenos para evaluar sus necesidades y ofrecerle la mejor solución para su caso particular.